DE CANTO A MI MISMO DE WALT WITHMAN







Me preguntó un niño:¿ Qué es la hierba?, trayéndomela a
puñados;
¿ cómo podría yo responderle?... Yo no sé lo que es
mejor que él.

Sospecho que es la bandera de mi naturaleza, tejida con
esperanzada sustancia verde.
O sospecho que es el pañuelo del Señor,
un regalo perfumado y un recordatorio dejado caer a propósito,
con el nombre del dueño de alguna forma en las puntas,
para que veamos, reparemos y nos preguntemos ¿ de
Quién?

O sospecho que la hierba es ella misma un niño...el
recién nacido, producto de la vegetación.
O sospecho que es un jeroglífico uniforme,
y que significa brotando por igual en regiones vastas y en
regiones estrechas,
creciendo por igual entre los negros y los blancos,
canadiense, virginiano, congresista y negro, que a todos me
entrego y los acepto por igual.

Y ahora se me figura que es la hermosa cabellera sin cortar
de las tumbas.

Te trataré con ternura, hierba rizada,
puede ser que brotes del pecho de los jóvenes,
puede ser que si los hubieras conocido los hubieras amado;
puede ser que brotes de ancianos, de mujers y de niños
arrancados prematuramente del regazo de sus madres,
y aquí eres el regazo de las madres.

Esta hierba es demasiado oscura para haber brotado de las
cabezas blancas de las madres ancianas,
más oscura que las descoloridas barbas de los ancianos,
oscura para haber brotado de los pálidos y rojos cielos de
sus bocas.

Ah! Pero percibo tantas lenguas que hablan.
Y percibo que no proceden en vano de los cielos de esas
bocas.

Quisieados poder traducir lo que sugieren sobre las mujeres y
los jóvenes muertos,
lo que sugieren sobre los ancianos y las madres, sobre los
niños arrebatados prematuramente de sus regazos.
¿Qué piensas tú que ha sido de los jóvenes y de los ancianos?
¿Y qué piensas que ha sido de las mujeres y de los niños?
Están sanos y salvos en alguna parte;
el retoño más pequeño demuestra que no existe la muerte,
y que si alguna vez existió lo hizo para impulsar la vida, sin
esperar hasta el fin para detenerla,
y que cesó en el momento en que apareció la vida.

Todo avanza y se dilata.... nada se viene abajo ,
y morir es distinto de lo que todos han imaginado, y de
mejor augurio.
¿ Has pensado alguna vez que es afortunado nacer?
Me apresuro a decirles a él o a ella que  no es menos
afortunado morir, y sé lo que me digo.

Muero con los que mueren y nazco con el recién nacido que
acaban de lavar..... pues ni mi sombrero ni mis
zapatos me contiene,
y escudriño objetos diversos, no hay dos iguales, y todos son buenos,
la tierra es buena, las estrellas son buenas y sus adjuntos
son todo.

Comentaris

Entrades populars