BIBLIOTECA ARUS



En pleno paseo de San Juan, número 26, un cartel de hierro anuncia "Biblioteca Arús". Si no fuese por esta peculiar indicación ninguno diría que este edificio, encargo especial adjudicado al arquitecto Bonaventura Bassegoda, acoja una biblioteca muy especial llena de elementos simbólicos y alusiones misteriosas. Pasada la puerta principal, una escalera de mármol de colores, con un " Salve" de bienvenida en el último escalón, recibe al visitante que probablemente habrá quedado asombrado al ver los elementos decorativos del vestíbulo. Todo parece hecho expresamente para dejar claro que se trate un lugar excepcional.
Una vez se avanza y se deja atrás la placa de reconocimiento a la tarea masónica de Rosendo Arús, como gran Mestre de la Gran Lògia Simbólica Regional Catalana se despliegan las celdas geométricas de inspiración helénica, las caras de los artífices modernistas y, arriba de todo de la escalera, una impresionante columnata jónica y dos antorchas de cuatro brazos que iluminan y enmarcan un gran y desconocido tesoro: La libertad iluminando el mundo,de Fréderic Auguste Bertholdi.
Podriamos pensar que se trata de una de tantas reproducciones que hay por el mundo de la famosa estatua de la libertad... Pero no, esta es una de las tres únicas reproducciones que a finales del siglo XIX. La primera y más grande( de 46 metros de altura), situada en Liberty Island. La segunda es la de París, mucho más pequeña( 11,5 metros) justamente esta que anfitriona en la Biblioteca Arús de Barcelona( 1894). No tiene más de dos metros de altura y está firmada por el escultor Ll. Razzuoli. A la izquierda lleva un libro donde se lee " Alma llibertas".
Milagrosamente la preciada estatua, junto con 24000 volúmenes( 70000 actualmente) del interior, se van a salvar del expolio franquista. Un hecho bien curioso teniendo en cuenta que su contenido está formado por una amplia colección de obras sobre masonería,anarquismo y diferentes movimientos sociales contemporáneos. En 1939, las puertas de la biblioteca se van a cerrar y la estatua va a quedar arrinconada en la portería del edificio, invisible, discreta... pasando desapercibida y vigilante como una auténtica guardiana de las libertades para que nadie se llevara el fondo editorial del primer piso del edificio.
Bien mirado, esta reproducción de la estatua por la cual suspiraron tantos emigrantes al otro lado del Atlántico no podia haber encontrado mejor lugar para instalarse en Barcelona. Y es que la biblioteca Arús es un santuario laico en honor a la libertad. Antes que biblioteca era la casa particular de Arus, filántropo, autor de teatro y, como es sabido, impulsor de la masoneria en Cataluña. Este gran mestre francmasón va a considerar que después de su muerte, la biblioteca sirviera como legado biblioteca pública que ayudase a llegar el conocimiento a las clases obreras. Explica el bibliotecario David Domènech en su ensayo: " Si el vestíbulo nos habla de un santuario consagrado a la libertad, la sala de lectura se encarga de explicarnos como llegar a ella" Mediante la educación!
Dejemonos iluminar, entonces, por la antorcha de esta guardiana de la libertad

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