E TENEBRIS

Ven, ! oh Cristo!, ayúdame; tiéndeme Tu mano,
que me estoy hundiendo en un mar bravo
como Simón en Tu Lago de Galilea.
El vino de la vida se derrama en la arena,
y mi corazón es una tierra devastada y hambrienta
donde todo lo bueno ha perecido.
Bien sé que mi alma ardería en el Infierno
si esta noche ante el trono de Dios compareciera.
"Duerme, por ventura, o persigue la caza,
como Baal, cuando sus profetas lo llamaban
en el asolado Carmelo del alba mediodía".
!Paz! Antes de que anochezca debo contemplar
los pies de bronce, las ropas blancas como llamas,
las manos heridas y la exhausta faz humana ( Oscar Wilde)

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