LA PRIVACIDAD
En este mundo moderno, en el que las redes sociales alcanzan su más alta cota, exponemos nuestras intimidades sin el más mínimo rubor.
Lo mismo volcamos un pensamiento que fotografiamos una tortilla de patatas. Desvelamos un profundo abanico de lo cotidiano ante la mirada atenta de todo el universo que nos observa, abriendo así las puertas y ventanas de nuestra habitación, sin ningún tipo de recato. Igual señalamos las bondades o fallas de tal o cual personaje, que criticamos un artículo o exponemos las fotos de nuestras vacaciones. No sólo describimos a la perfección el vestido de nuestro vecino, sino que también nos deleitamos con la postura que adoptamos al sentarnos en el inodoro. Vivimos en una sociedad vacía de sentido y valores que intentamos maquillar día a día, con el toque fluido de internet.
Se va inflando la vanidad del exponente de cara a la galería. Una inseguridad mal disimulada que se esconde tras nuestro avatar.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada